07 octubre 2009

Crónica de Caminos

Finalizó hace ya algunos días el Gran Premio de Carreteras Caminos del Inca, una de las pruebas mas importantes del automovilismo nacional prueba que dispute junto a César Cataño quien me invitó a formar parte de su equipo como navegante en un Mitsu Evo VIII MR con el que ganó justamente la edición disputada en el 2006.

Teniendo como rivales directos en la N4 Light a Roberto Matos con quien gané la categoría en la edición pasada además de lograr el segundo lugar en la general, luego estarían los hermanos Yzaga en su Evo VII buscando probar nuevamente que pese a correr solo esta carrera en el año son muy rápidos y difíciles de cazar en la ruta, vendrían también los Olano, Chacpi, Ortega entre otros.

La aventura comenzaba como anteriormente lo señalé con el súper prime, vacilón de César y deleite para el público que nos acompañó con sus palmas en el estacionamiento del Centro Comercial del Cono Norte.

Sábado 26 y la aventura de verdad comenzaba, César demostraba sus progresos en la ruta llendo a un ritmo muy parejo acercándonos a Matos a quien teníamos en la mira desde VAMOS. Así todo iba muy bien con la primera parte del prime disputado en asfalto sin tener ningún problema, sin embargo empezabamos la parte de tierra y GRAVE ERROR no encontrabamos nuestro auxilio para hacer el respectivo cambio de llantas (de asfalto por las de tierra), es así que nos pujamos cerca de 30Kms en la tierra con llantas de asfalto el auto se puso casi indomable para ser franco manejar en la gravilla era como andar sobre hielo el auto se iba de aquí para allá como buena bailarina de salsa. Por fin encontrabamos nuestro auxilio y era hora de recuperar nuestro tiempo perdido y a descontar diferencias con Yzaga quien aprovechando nuestro error intentaba despegarse, mientras que Matos sufría con los malestares de altura de su copiloto y amigo Miguel Makino. El balance general de esta primera etapa fue muy buena puesto que pese al problema técnico que sufrimos solo nos diferenciaron segundos para el liderato de la N4 Light, eso quiere decir que de no mediar problemas con el auxilio hubiéramos conseguido un cómodo colchón de minutos frente a nuestros rivales lo que nos hubiera dejado mejor ubicados en la general.
Así transcurriría también el domingo con las reparaciones pertinentes en los talleres de TRANSA de Roberto Párraga quien nos acogía de la mejor forma a todos los presentes. A revisar todo el auto y a coordinar los auxilios para no cometer errores nuevamente. Las notas de prensa para los distintos medios eran parte de la rutina, a comentar "esto, eso y aquello".

La segunda etapa transcurría como una etapa de reviindicación para tomar el liderato y escalar posiciones en la general, era la etapa que mas me gustaba por lo rápida, lo técnica y buena de su recorrido, una ruta que me ha sabido dar grandes satisfacciones. Sin embargo las cosas no saldrían como el papel. Estabamos a cerca de 40Km de Tocohasa cuando nos empezabamos a acercar los Yzaga quienes venían como un buen ritmo, no era la hora de aflojar mucho menos de sufrir un desperfecto mecánico y salados SE NOS APAGÓ EL AUTO. ¿Qué pasó? Se nos quemó la bomba de gasolina, el auto literalmente SE REBELÓ y no quizo pretender, yo hacía las reparaciones pertinentes mientras un animado César se hacía a un lado para ver la carrera. 40minutos mas tarde solucioné el problema y era hora de volver a correr, a salir como los BOMBEROS a recuperar posiciones sin embargo ese problema nos alejó mucho de los punteros, y porque no decir de las chances de alcanzar la victoria. ASI SON LOS FIERROS PUES!!
La bajada de Huanta a Ayacucho muy tranquila fuimos a nuestro ritmo aprovechando el buen grip del asfalto huamanguino, sin embargo lo perdido ya estaba y mucho en el asfalto no se podía recuperar.

En Ayacucho a reparar nuevamente el auto para buscar remontar posiciones en la etapa Ayacucho - Cusco la cual calificaría como una de las mejores de los últimos años, no por lo competitiva ya que siempre es así, sino por lo perfecta que estaba la ruta ERA UNA ALFOMBRA a comparación de los otros años, no sería tan dura para los autos, pero sí del todo técnica para quienes buscan GLORIA y VICTORIA en Caminos del Inca.

Arrancaba así la tercera etapa, ibamos muy bien sin embargo antes de llegar a Andahuaylas y luego de dos curvas en U en donde César jaló el freno de mano el auto se apagó nuevamente, volvían los temores y los sentimientos encontrados en el copkit y finalmente luego de 10minutos el auto volvió a a prender. Otra de las cosas que sucedieron fue que César es un piloto que necesita confianza sobre todo cuando nos acercamos a zonas de precipicio como la bajada de Churcampa una bajada muy estrecha en donde miras todo el tiempo hacia abajo. César afloja mucho y es ahí donde otros pilotos mejoran sus cronos, un punto que habrá que mejorar en las próximas ediciones, el pensar en eso solo te da cuenta de caer en errores tontos que no deberían existir. Así llegabamos bien a Cusco con nuestras intenciones por recuperar posiciones hasta llegar a Lima.
En Cusco, era hora de reparar bien el auto, sin embargo muchos problemas que se tuvieron que solucionar como golpes en la carrocería producto de inadaptados que lanzaron piedras a los autos de carrera nos hicieron entrar al parque cerrado con las justas.

Rumbo a Arequipa todo iba de maravilla sin embargo la mezcla de combustible en el auto era tan rica que eñ auto empezó a consumir aceite debíamos bajar ligeramente el ritmo para buscar el auxilio con urgencia y a solucionar el problema. Todo bien luego de esto ha seguir en carrera, se acababa la tierra para tomar el asfalto de Pampa Cañahuas a Ciudad de Dios, un asfalto que es ligeramente falto de grip aunque no tanto como el de la subida de Abancay hacia Cusco que se torna casi resbaladizo. Llegabamos tranquilos a Arequipa con la esperanza de seguir descontando, marcando ritmo y haciendo nuestra propia carrera.

Ya en Arequipa en los talleres de Divemotor, era el tiempo de reconfigurar el auto para una de las etapas mas rápidas, era el día para guardar las suspensiones de tierra y sacar las de asfalto, bajar los autos, poner las llantas de bajo perfil en nuestro caso de 18 pulgadas y buscar la mejor relación en la caja para obtener una buena velocidad final dados los enormes rectones que presenta esta etapa. En Arequipa sufrimos una penalización de 1hora por entrar al parque cerrado fuera de nuestra hora lo que nos quitó de las chances de pelear por el podium.

Domingo temprano y nos prestabamos a largar. Queríamos tener un duelo aparte en el asfalto sabíamos que podíamos hacer una gran labor, sin embargo los problemas no pararon. A 140Km de la salida de Arequipa, justo llegando a nuestro primer auxilio sucedió algo imprevisto el auto se "incendió" dada la electrostática entenderan el efecto del combustible al bajar de la altura hacia niveles cercanos al nivel del mar. César tímido no se animaba a subir, su falta de confianza era notable, hasta que lo convencí de que se subiese. Habremos perdido cerca de 10minutos en aquel auxilio, sin embargo no había mayores daños para nuestra suerte. Llegando al kilómetro 740 de la Panamericana Sur, vemos algo inesperado nos habían avisado previamente por la radio que había sucedido un accidente, pero no sabíamos quien era, veníamos de una sección muy rápida que era seguida luego por una serie de curvas que teniamos bien marcadas, vemos previamente una enorme huella producto de una frenada fornzada que caía a un acantilado de 150metros aproximadamente (era como lanzarse desde el malecón de Armendariz hacía la costa verde) un grupo de autos parados pidiendonos que busquemos una ambulancia urgente, mientras el resto se encargaba de ir por los heridos una escena que deja marcado a uno aún no sabíamos de quien se trataba. César avanzaba raudo hasta que a 40Kms del lugar de los hechos encontrabamos una ambulancia a la cual pedimos se acercase urgente al lugar de los hechos, una ambulancia que no sabemos si habrá llegado. En los siguientes minutos nos enteraríamos que nuestro amigo Abraham Ortega quien calculamos había partido 5 o 10minutos delante de nosotros había sido el afectado por el accidente.

La carrera seguía con el duelo por la pérdida de la cabina, había silencio en la cabina salvo por el ruido del motor. Ya en el enlace de Nazca un nuevo problema surgió, era la llave de corte que nos jugó una mala pasada. Finalmente nos tocaría disputar el último prime de la competencia nada mas y nada menos que Cerro Azul - Peaje Villa, como duelo personal elegimos a Tito Matos para disputar juntos este especial en el que lanzan los autos de 2 en 2. Sabíamos que Matos contaba con una caja de 6ta velocidad lo que le produciría una mayor velocidad final, la apuesta era ganarle a Tito un duelo personal de dos grandes amigos, así es Caminos un vacilón entre patas. César desesperado con el pie a fondo cubriendole los espacios a Matos, un par de sustos al momento de rebasar otros autos, mientras Tito se mostraba en mi espejo, pensé en mas de un momento que se nos escapaba sin embargo el duelo se vería favorecido a nosotros en la bandera a cuadros final en el Peaje Villa.
Luego vendría la llegada en el Ministerio del Interior, los recuerdos fotográficos para todos los medios, nosotros humildemente lograbamos obtener un meritorio 5to lugar en la N4 Light, sabiendo que teníamos el auto para luchar en la punta que sin embargo las distintas circunstancias no quisieron que asi lo fuera.

El próximo año volveré por una revancha personal, para seguir luchando alguna categoría en Caminos del Inca la prueba mas emblemática del automovilismo nacional.

Las gracias a César por la oportunidad y a todo el equipo por dejar lo mejor de sí mismos en cada etapa, NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA!!

Fotos: David Palomino - http://www.nitro.pe/ , web Revista MundoTuerca, Facebook Yazmin Dyer. Mercado Racing Perú